sábado, 24 de diciembre de 2011

SIN PERDÓN

Como casi siempre, voy a comenzar este blog del mes de diciembre recordando el título de una película imprescindible de ver y de rever cuantas veces le apetezca a uno.

Dirigida y protagonizada por Clint Eastwood en 1992, ganadora de 4 oscars, coprotagonizada por Gene Hackman y Morgan Freeman entre los papeles principales, refleja la vida de un antiguo pistolero, famoso por su leyenda de gatillo ligero y por su reguero de muerte por donde pasaba o se le contrataba, ya retirado a granjero que, tras la muerte de su joven esposa y con dos hijos pequeños a cargo, decide por una última vez atender el encargo de un joven vaquero vigoroso que pretende impartir justicia en un pueblo del lejano oeste donde una prostituta ha sido injusta y brutalmente marcada en la cara por dos pistoleros a los que pretende matar.


La película nos adentra en varias encrucijadas morales, como la redención personal, el valor de la vida o el progreso sensible y emocional del ser humano individualmente considerado.

Pero lo que más me llama la atención de esta buena película es el hecho de que el protagonista, aún a pesar de insistir en que él había cambiado de vida y de forma de pelear en la vida, al final termina aplicando su propia justica, y termina matando a todo el mundo en la escena final, donde solo se salva el tímido y cobarde periodista que iba tras su leyenda...

Sin perdón apela a la justicia del ojo por ojo y a la justicia del más fuerte, típica por demás de la historia real del lejano oeste, pero vemos en la verdad revelada otro principio muy distinto: el perdón al ofensor con restauración total de las relaciones completamente rotas.

Es típico el ejemplo en la vida de José, al que sus propios hermanos determinaron matar pero que, por respeto a la vida, terminaron vendiendo como esclavo, todo por ser un joven con sueños en los planes de Dios que lo ponían muy por encima de sus hermanos y padres... y vemos como, tras una vida llena de pruebas, injusticias y dificultades, los sueños se cumplen y llega a ser el segundo hombre más importante en el Egipto de los faraones, donde sus hermanos, sin reconocerle, llegan a pedir por sus vidas y José los abraza, los besa en el cuello y los perdona, restaurando una relación que había estado completamente rota por los actos de los ofensores. (Génesis, capítulos del 37 al 46).

Pero hay otro ejemplo en el libro de Génesis que literalmente me pone los pelos de punta, y es el perdón ofrecido por Esaú a su hermano Jacob, aquél que le había robado la primogenitura mediante un trueque y un engaño orquestado por su propia madre.

En el texto de Génesis,  capítulo 33, verso 4, vemos  como Esaú, viendo el regreso de su hermano, aquél  que le había engañado, y al que había pensado incluso matar (Génesis, capítulo 27, verso 41), corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.

Qué escena más impactante, el hermano ofendido es el que corre al encuentro del ofensor,  lo abraza, es decir, lo acoge fraternalmente, lo rodea, le da confianza y se echa sobre el cuello para besarlo, para aceptarlo como su hermano, para intimar con el que le ofendió, y terminan los dos llorando.

Esta es el tipo de escena que deseo ver, la reconciliación de los hermanos, dando el paso si  es necesario el que está ofendido... Esta es la ley que cambiará el mundo, no el rencor y el sin perdón...

Desde el centro de Andalucía, ¡salga el sol por Antequera!


 

sábado, 5 de noviembre de 2011

EL DIA DE LA MARMOTA (Atrapado en el tiempo)

En la maravillosa película protagonizada por el gran actor Bill Murray, y dirigida en el año 1993 por Harold Ramis, con guión del propio director y de Danny Rubyn, con la no menor aportación interpretativa de una jovencísima Andie Mcdowell, vemos a un gruñón protagonista que continuamente revive el mismo día, con las mismas circunstancias, los mismos problemas, y las mismas conversaciones con las mismas personas. La película, un éxito de taquilla en su día, y que aún hoy es muy agradable de ser visionada, quizás por ser una fábula moderna que bebe en las fuentes de Dickens (cuento de Navidad) y de regreso al futuro, me hace pensar y me recuerda a la historia del pueblo de Israel en su éxodo por el desierto, dando siempre vueltas al mismo sitio, repitiendo una y otra vez la queja infundada al Dios que los había libertado de la esclavitud de Egipto, ¡para qué nos sacaste de Egipto!



Esto mismo es lo que veo muchas, demasiadas diría yo, veces en la Iglesia.

Es bastante frustrante ver continuamente como algunas personas, una y otra vez, repiten exactamente sus conductas, sus manifiestos errores, sin ningún interés por cambiar, queriendo incluso a veces mantener un status quo que creen haber ganado por los muchos años que llevan haciendo lo mismo.

En la película, el protagonista, cómo no, es liberado por el amor; y ese mismo poder, el poder el amor, es el único que puede hacer que la iglesia avance cada día, que no se quede atrapada en el tiempo que está viviendo, por el poder del AMOR de DIOS, que sabemos que todo lo puede, todo lo soporta...

Aprendamos de su amor, y demos frutos de amor, adelante Iglesia, avanza en el nombre de Cristo.

domingo, 2 de octubre de 2011

QUÉ CARETA

Creo que no descubro nada nuevo a nadie si afirmo que nuestra sociedad es bastante hipócrita, lo que se traduce en que las personas que la formamos, tendamos a imitar esa hipocresía, ya que utilizando los mismos rudimentos de la sociedad, lo normal es que se consigan los objetivos que cada uno va buscando.

Una de las características más identitivas de la hipocresía es la de la apariencia: dar una imagen que no se corresponde con la realidad, lo que podemos fácilmente comprobar con solo encender el botón de la televisión y ver la cantidad de anuncios publicitarios que exaltan el producto, a veces incluso con verdaderas falsedades sobre las características del mismo (ahora recuerdo, por ejemplo, como en Inglaterra retiraron un anuncio de una conocida marca cosmética que prometía alargar las pestañas de las mujeres, protagonizado por la actriz española Penélope Cruz, y que fue retirado precisamente porque era sencillamente mentira; curioso que ese anuncio sin embargo no fue retirado en España...)

Lo peor es cuando esa hipocresía la comprobamos en las personas que nos rodean: se muestran en palabras delante de tí como lo que no son, con una apareciencia perfecta, sin fallos, incluso atractiv@s y atrayentes... pero cuando más las conoces, mayor es la decepción; y con el problema añadido de que tú no puedes, como Inglaterra, prohibirles que continúen con su vida de apariencias



Cuando el Maestro de Nazaret estaba con sus discípulos, les enseñó la parábola del dueño de la viña que tenía dos hijos: cuando les pidió a sus hijos que fueran a trabajar a su viña, uno de ellos le dijo que no podía ir, pero al final fue a trabajar; sin embargo el otro le dijo que sí, pero después no fue a trabajar, preguntándonos aún hoy día Jesús, ¿quién creemos que hizo realmente la voluntad del Padre?...

Son muchas las veces que veo gente siempre dispuesta a trabajar en la viña, pero nunca están disponibles para realmente hacerlo; están llenos de buenas intenciones, pero les falta la acción...

¿Conoceremos algún día un mundo sin caretas?

lunes, 5 de septiembre de 2011

VIVA LA PEPA

Este mes de agosto he tenido la oportunidad de poder compartir en la Iglesia de Asambleas de Dios en Cádiz, pastoreada por mis buenos amigos Genoveva Borrego y Julio Moreno.

Lógicamente, para un abogado como yo, que además compatibiliza con labores ministeriales en la Iglesia Evangélica (como ministro de culto, en palabras de la Ley 24/1992, de 10 de noviembre), fue un verdadero placer poder compartir el Evangelio en una ciudad que es paradigma de las libertades individuales, desde que el histórico 19 de marzo de 1812 las Cortes de Cádiz aprobasen el texto de la Constitución Española que ha pasado a la historia como la Constitución más liberal de todas las que España ha tenido.

Cierto que para aquella época evidentemente el texto constitucional aprobado por las Cortes de Cádiz era de lo más liberal, incluso sirviendo como modelo para la redacción de otros textos constitucionales de países europeos, que se vieron influenciados por el texto gaditano, pero lo que poca gente conoce es que el artículo 12 de la Constitución de Cádiz se refiere a la religión (lo que hoy diríamos libertad religiosa), y que textualmente era el siguiente: La religión de la nación española es, y será perpetuamente, la Católica Apostólica y Romana, única verdadera. La nación la protege por leyes sabias y justas, y prohibe el ejercicio de cualquier otra.

Como se puede ver, esa declaración constitucional del artículo 12 de la Constitución de Cádiz no es precisamente un ejemplo de libertad religiosa, más bien, todo lo contrario, pues no solo establece en un texto legal que la religión de España es (en aquella época me refiero) la Católica, sino que contiene una declaración de perpetuidad, lo que desde luego es más que llamativo, como queriendo "amarrar" para siempre en un texto legal la declaración de pertenencia de España al catolicismo; y para culminar, manifiesta la prohibición del ejercicio de cualquier otra religión... Como digo, un claro ejemplo de libertad en materia religiosa.


Vaya por delante mi declaración de que efectivamente la Constitución de 1812 supuso un avance importantísimo en la consumación de las libertades individuales, pero también la reflexión de que precisamente se avanzó mucho en libertades como la de prensa, o la de sufragio, pero sin ningún tipo de avance en lo relativo a la libertad religiosa, y lo cierto es que sobre este extremo, es decir, sobre la declaración que contiene el artículo 12, de eso se habla muy poco hasta el punto de que pude comprobar cómo incluso en la misma congregación de Cádiz este dato era desconocido por la mayoría de los fieles. 

El apóstol Pablo, en la carta dirigida a los Gálatas, en su capítulo 5, verso 13, nos dice: Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

Esta es la verdadera libertad, a la que hemos sido llamados los Hijos de Dios, a una especie de LIBERTAD ESCLAVA (la frase no es mía, sino del gran reformador Martín Lutero), puesto que nuestra libertad, obtenida por Cristo en la Cruz, nos hace estar llamados a servir por amor los unos a los otros, y no a usar nuestra libertad en nuestro propio provecho a en nuestras propios intereses individuales.

sábado, 6 de agosto de 2011

AHORA QUE TENGO PERRO

Nunca he tenido perro... es más, siempre he pensado que tener perro era una tontería; pensaba que antes de tener un perro, era más preciso adoptar un niñ@, si quiera fuera dando cada mes un pequeño donativo destinado a la manutención de algún ser humano, a su educación, etc...

Ahora tengo un perro en casa, un bodeguero-ratonero, de nombre Dari, que la verdad, me tiene encantado, pues hace muchísima compañia, gusta pasear con el, jugar, tenerlo a los pies tumbado, ...



Pero ahora que tengo perro, he venido a tener una mayor comprensión de aquél pasaje del Maestro de Nazaret, cuando en el capítulo 15 del Evangelio según San Mateo, hablando de la fe de la mujer cananea, Jesús le dice a la mujer: "No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos". Y ella dijo: Sí, Señor, pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos..."

Como digo, ahora que veo a mi perro todos los días, en todo momento detrás de mí, pendiente siempre por si se me cae algo de la mesa, o algo del poyete de la cocina, sea un trozo de lo que sea, allí está el perro para, si sucede, comerlo inmediatamente.

Y digo que comprendo mejor el pasaje, cuando me veo como un perrillo a los pies del Maestro, todo el día pendiente de lo que se le pueda caer, o me pueda dar, en  una actitud de continua búsqueda a los pies de Jesús, siempre esperando, sabiendo que me dará, o que incluso, se le caerá algo que a mí me alimentará.

Como siempre, y como ya expliqué en la primera entrada del blog, un nuevo escupitajo del Maestro...

P.D.: He estado varios meses "seco" de ideas, sin entradas en el blog, sin el tiempo suficiente para dedicar algunos minutos a estas íntimas reflexiones que quedan en el ciberespacio.

Desde el centro de Andalucía, ¡salga el sol por Antequera!

domingo, 24 de abril de 2011

OBESIDAD ESPIRITUAL

La obesidad, antaño considerada fuente de salud, es hoy día una de las mayores y más extendidas enfermedades de nuestra sociedad posmoderna.

Es curioso, pues se trata de una enfermedad que básicamente, y en términos coloquiales, se produce por acumular más kilos, más grasas, más calorías en nuestro cuerpo de las que realmente son necesarias; y eso cúmulo de "excedentes" influye negativamente en el rendimiento de otros órganos de nuestro cuerpo, como el corazón, las arterias, el hígados, etc..., todos los cuales desempeñan funciones vitales en nuestro organismo.

Esta enfermedad de la obesidad tiene una manifestación clara en personas que normalmente en su dieta diaria incluyen un aporte de alimentos excesivamente calóricos, lo que en principio les supone una gran satisfacción al ingerirlos, pero que a la larga son muy perjudiciales para su salud, pues se convierten en grasas difíciles de eliminar de su cuerpo, lo que les lleva al soprepeso, y además son personas que literalmente huyen del ejercicio físico, llevan una vida sedentaria, del sillón o sofá a la cama...

Como siempre digo, y desgraciadamente pero es otra realidad más, veo en las iglesias obesos espirituales; personas que se sobrealimentan espiritualmente con dietas hipercáloricas del espíritu yque gaastan poco... Trataré de explicarme.


Las personas que acuden a las iglesias solo y exclusivamente a disfrutar de los cultos, de los momentos de alabanza, de los momentos de intercesión, enfocados solo y exclusivamente en lo que ellos van a recibir de parte de Dios y de los hermanos, poco a poco van desarrollando una conducta espiritual similar a la del obeso: es decir, comienzan a ingerir grandes cantidades de alimentos espiritual (momentos de gozo en la alabanza, palabras de ánimo y aliento en la predicación, momentos de fraternidad en la celebración de la Santa Sena, momentos de intimidad en la intercesión...), y así de domingo en domingo, o de culto en culto, pero sin que dichas personas muevan un solo dedo para compartir de aquello que han recibido, siendo que de este modo van acumulando "experiencias espirituales", que luego, como van del sofá a la cama, perdón del culto a su casa, y no comparten nada de lo que reciben, comienzan a acumular grasas espirituales difíciles de eliminar sino es con esfuerzo y ejercicio.

Es aquí donde yo veo que el cristiano no puede limitarse a recibir de parte de Dios y de los hermanos,sino que tien que compartir de todo de lo que recibe, pues así nos lo indicó el propio Maestro de Nazaret, ¿verdad?. Si alguno quiere conservar su vida, la perderá...

Recientemente escuché a mi buen amigo Juan Carlos Expósito decir que después de la salvación, la mejor noticia es que somos enviados a predicar el Evangelio, y a este tipo de ejercicio físico espiritual me estoy refiriendo, a dar de lo que hemos recibido (de balde recibisteis, dad de balde), y si hay alguna duda, basta con leer el capítulo 12 de la carta del apóstol Pablo a los romanos, capítulo 12, que ahí viene una buena tabla de ejercicios físico-espirituales para adelgarzar en el espíritu y poder ser pobres de espíritu, siempre necesitados de que EL nos llene.

Desde el centro de Andalucía, como siempre, ¡salga el sol por Antequera!



sábado, 19 de marzo de 2011

VERDADEANDO EN AMOR

Hace unas semanas predicaba en la iglesia en Antequera acerca del texto de la carta del apóstol Pablo a los Efesios, en el capítulo 4, verso 15.

En la versión Reina-Valera del 1960 podemos leer el verso así: <<sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo>>; en la versión Nueva Versión Internacional podemos leer el verso así: <<más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo>>

Seguir la verdad, vivir la verdad, la verdad, parece lo mismo, ¿verdad?

Este juego de palabras es solo para comenzar a expresar lo que en algunos comentarios del libro de Efesios podemos ver con relación al verso del que hablamos; lo que más me impacta es poder traducir, eso sí, con cierta libertad, este verso como <<verdadeando en amor>>; es decir practicando continuamente la verdad, pero con amor, pues muchas veces o en muchas ocasiones aprovechamos el hecho de tener la verdad para decirla como una espada, como una daga corta, como un hachazo, ..., en resumen, para hacer daño.

Creo que como seres humanos sentimos un placer íntimo cuando, teniendo la verdad, podemos hacer daño con ella; no sé, pero ocurre así, nuestra naturaleza tiende a ello de una manera automática, no hace falta pararse a pensar demasiado, es verdad y por lo tanto, hay que asumirlo.

Recientemente encontré una nota de prensa que venía a ejemplificar de lo que hablo: me refiero a las declaraciones realizadas por el jugador de fútbol de nacionalidad camerunés, que militó en el Real Madrid, en el Mallorca y en el Barcelona, Samuel Etoó. El mismo, según podemos leer en la edición digital del diario Marca, <<salió en defensa de su ex entrenador en el Inter, José Mourinho, de quien valoró su sinceridad y el hecho de decir siempre lo que piensa moleste a quien moleste. "Mourinho siempre dice su verdad, lo que cree que es justo, aunque moleste y duela a mucha gente", señaló en una entrevista a RTVE>>.

Esto es muy habitual en nuestra sociedad postmoderna; yo digo mi verdad, yo mantengo mi justicia, moleste a quien moleste, y además se considera un valor positivo y digno de imitar, porque se ampara bajo una túnica de sinceridad, y es preferible ser sincero y decir lo que se piensa, aunque eso moleste, o no decirlo, o lo que es peor, a decirlo a escondidas.

Pero yo veo en el Maestro de Nazaret una cosa muy distinta: verdadear en amor, decir la verdad, sí, pero importando si molesta; decir la verdad, sí, pero importando si mi verdad va a doler, si va a hacer daño. Cuando el Maestro de Nazaret habló por última vez con Judas, durante su entrega, le dijo la verdad, pero le llamó amigo... Conociendo Jesús que aquél beso era la señal de la mayor traición, verdadeó en amor y ofreció a Judas su amistad...

Reconozco que en muchas ocasiones he usado de la verdad y he hecho daño; he pedido perdón y he prometido restaurar el daño, aunque eso depende de terceros, pues tienen que perdonar y dejar restaurar, lo que tampoco es fácil, pero de eso hablaremos en otro escupitajo

Desde el centro de Andalucía, ¡salgal el sol por Antequera!   

martes, 22 de febrero de 2011

PETER PANES

El clásico de J.M. Barrie cuentan (qué expresión más adecuada...) que se gestó en los paseos que Barrie daba por Ios jardines de Kensington junto con los hijos pequeños de un matrimonio amigo, a los que conta­ba historias de hadas. Peter Pan en los jardines de Kensington (1906) es el título del relato donde aparece por primera vez Peter Pan, y en él se nos revelan las costumbres de las hadas del jardín de Kensington y la historia de un bebé que dejó de ser un niño como los demás para jamás crecer y quedarse a vivir en el parque. Posteriomente vino la historia llevada al cine por Disney Peter Pan y Wendy (1911), que  como todo el mundo sabe, es la historia de tres niños ingleses que una noche, tras recibir la visita de un extraño ser que tiene poderes mágicos y se llama Peter Pan, salen volando con él hasta llegar al sorprendente país de donde procede: la isla de Nunca Jamás. Allí, acompañados por el hada Campanilla, vivirán divertidas y peligrosas aventuras entre indios, fieras y una banda de piratas capitaneada por un archivillano llamado capitán Garfio
Lo cierto es que basado en esta fantástica historia la psicología moderna ha acuñado un síndrome cuyo nombre es bien ilustrativo: el síndrome de Peter Pan, aplicable a aquellos individu@s que, llegados a cierta edad madura, se niegan a asumir su rol en la sociedad, se niegan a crecer, queriendo seguir siendo niños, y de este modo huir de las responsabilidades sociales, familires, laborales, etc...
A veces uno observa, con cierta desazón desde luego, como éste síndrome no solo aparece en la sociedad posmoderna, sino también, y desgraciadamente, en nuestras iglesias: person@s que, tras suficientes años de camino en el evangelio, se niegan a hacerse adultos en el ámbito espiritual, para seguir demandado de todos los que le rodean de comprensión, amor, y sobre todo, de atención personalizada y exclusivista, mientras continúan viviendo en sus países imaginarios de nunca jamás: nunca jamás pienso cambiar.
El apóstol Pablo advertía de no dar alimento madura a los que no lo eran, pero nada hacía pensar que tuviera que advertirse de lo contrario, ...

domingo, 9 de enero de 2011

UNA MENTE MARAVILLOSA



En la película protagonizada por Russell Crowe, y dirigida por Ron Howard, del año 1991, se narra la historia del premio nobel de economía John Forbes Nash, quien lo obtuvo por sus teorías matemáticas aplicadas a las transacciones internacionales.

El profesor Nash era un enfermo de esquizofrenia, lo que le hacía ver personajes ficticios para él tan reales como la vida misma, y lo que le hizo perder su docencia en la Universidad (aunque más tarde la recuperaría), así como casi su matrimonio.

Sin embargo, a pesar de esa enfermedad, que nunca le abandonó, y a pesar de que incluso cuando fue galardonado con el Premio Nobel seguía viendo "personas" que solo existían en su mente, en la película podemos ver una escena en la que el profesor Nash le reconoce al interlocutor del Premio Nobel que sigue visualizando las personas irreales producto de su esquizofrenia, pero que él ha decidido tenerlas a dieta mental, es decir, a pesar de que siempre le acompañan, él decide no hacerles caso, por muy presentes que estén.

Esta ilustración me hace pensar en el pecado en la vida del cristiano: siempre está presente, pero no es fruto del Espíritu Santo, así que debo decidir tenerlo a dieta, no hacerle caso, aunque se presenta ante mí a diario.

Lo cierto es que nosotros no podemos evitar ser tentados, o como dice La Palabra, ser una víctima a quien el diablo, como un león rugiente, busca a quien devorar; por lo tanto, siempre está merodeándonos para buscar cualquier punto de debilidad y en ese momento poder atacar, y nuestro deber, y a la vez nuestra defensa, es tomar la decisión de mantener a dieta el pecado, de esta forma resistiremos la tentación, y se apartará de nosotros.

Muy interesante la escena de la ceremonia de las plumas, cuando todos los profesores de la Universidad rinden tributo al profesor Nash entregándoles sus plumas, que significan su firma, la firma de un catedrático es lo que da valor a sus teorías, pues hasta que no se firma, no tiene valor.

Su resistencia a la esquizofrenia hace que los demás lo reconozcan no solo como uno de ellos, sino como uno a quien honrar.

Bonito ejemplo de un enfermo, cuando veo algunos ejemplos de sanos que me hacen, sinceramente, cerrar mi pluma...